La cirugía maxilofacial puede ayudar a modificar algunas irregularidades, como por ejemplo el prognatismo mandibular. Veamos cómo lo hace

El prognatismo mandibular se conoce como el desplazamiento de la mandíbula inferior, proyectándose hacia adelante. Esta anomalía se puede corregir con una cirugía maxilofacial, siempre y cuando el especialista así lo indique. Este problema representa una dificultad estética y funcional, puesto que no se puede cerrar de manera adecuada la boca.

Las causa del prognatismo mandibular son diversas, pero gracia a los avances en la cirugía maxilofacial, hoy en día se puede solucionar de manera conveniente. Cuando el paciente se somete al tratamiento recupera gran parte de la funcionalidad de la boca.

El prognatismo mandibular y sus causas

Dentro de las posibles causas de este problema se encuentran, los factores genéticos, pérdida anticipada de las muelas de leche y problemas con la hipófisis. La primera se puede relacionar con los antecedentes familiares, quienes hayan padecido de la misma condición.

El segundo, se debe a que cuando las muelas de leche se caen a temprana edad la morfología mandibular se reestructura en base a la posición o falta de las piezas, pero si no se corrige a medida que pase la etapa del crecimiento, el prognatismo se puede hacer presente.

En cuanto a los problemas de la hipófisis, como por ejemplo el síndrome de Crouzon, la acromegalia o el gigantismo, pueden modificar la fisionomía de la mandíbula estos problemas se derivan de la hormona del crecimiento, que está directamente relacionada con esta afección.

La cirugía maxilofacial puede ser una solución

Una de las soluciones que los especialistas proponen a los pacientes, de acuerdo con el diagnóstico y complejidad de esta condición, es la cirugía maxilofacial. Consiste en hacer una osteotomía, y que a su vez, radica en generar una pequeña fractura para reacomodar el hueso de la mandíbula.

Este tipo de cirugía tiene un grado elevado de complejidad y se necesita del diagnóstico del especialista en el área. Para llevar a cabo este procedimiento se requiere de anestesia general y un día, mínimo, de hospitalización para que el paciente se recupere adecuadamente.

El tiempo de duración de esta clase de cirugía maxilofacial puede ser de dos horas, de acuerdo con lo complejo y estructura morfológica de cada paciente. La ventaja de este método es que no deja cicatrices, puesto que las incisiones se realizan en la parte interna de la cavidad bucal.

En algunos casos, se pueden combinar otras técnicas, como la ortodoncia, que junto con la cirugía dan mayor seguridad en la corrección y alineación de los dientes. Todo depende de las recomendaciones que se tenga por parte del cirujano bucal.

¿Cuidados post operatorios de la cirugía maxilofacial?

Después de cualquier procedimiento quirúrgico son necesarios ciertos cuidados. Y la cirugía maxilofacial no es la excepción. Es importante mantener el área bucal con la asepsia correcta. Es muy probable que el cirujano recomiende dieta líquida los primeros días.

Así mismo, se debe aplicar apósitos fríos en la parte exterior de las mejillas para ayudar a desinflamar el área. Ingerir antibióticos y desinflamatorios prescritos, controlan o minimizan el dolor y a que se eviten infecciones u otras complicaciones.

No ingerir bebidas y comidas calientes para controlar y evitar el sangrado es otro paso importante, y por ninguna razón se deben usar enjuagues bucales las primeras 24 a 48 horas después de la cirugía. La actividad física también debe restringirse, por lo menos, algunas semanas.

¿A qué edad se puede realizar la cirugía maxilofacial por prognatismo?

La cirugía maxilofacial para corregir el prognatismo se puede realizar a partir de los 12 años. Todo dependerá de algunos factores. Por ejemplo: el avance maxilar o la dentición permanente. Si la dirección del crecimiento se genera a favor del movimiento quirúrgico, se realiza la intervención sin inconvenientes.

Aspectos que identifican al prognatismo mandibular

Existen o se observan ciertos aspectos que pueden presentarse o dar señales de que se padece de esta condición. Entre ellos están:

• • Dificultad para masticar los alimentos de manera adecuada.
  • Maloclusión de la arcada dental.
  • Molestias intensas en la parte inferior de la mandíbula.
  • Dolores recurrentes de cabeza.

En el caso de que se tengan, por lo menos, tres de los síntomas mencionados, es indispensable visitar a un cirujano que diagnostiqué la causa y busque la manera más apropiada de mejorarlos. Después de un examen físico, el estudio radiológico y las impresiones dentales, se determinará el método preciso a aplicar.

Resultados del tratamiento para el prognatismo mandibular

La principal consecuencia de aplicar tratamientos correctivos, bien sea quirúrgicos u ortodónticos es la normalización de las relaciones sagitales entre la mandíbula y el maxilar superior. Estéticamente, se modifica la forma de rostro, armonizando las facciones y se mejora, de forma considerable la vida del paciente.

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